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Alimentación intuitiva: cómo escuchar a tu cuerpo para comer mejor

Alimentación intuitiva: cómo escuchar a tu cuerpo para comer mejor

 

La alimentación intuitiva es una tendencia cada vez más popular en el ámbito de la nutrición. A diferencia de las dietas restrictivas, se enfoca en aprender a escuchar las señales naturales de tu cuerpo, como el hambre y la saciedad, para responder a sus verdaderas necesidades. Este enfoque no solo te ayuda a tener una relación más saludable con la comida, sino también a adoptar hábitos alimenticios equilibrados a largo plazo. ¿Quieres saber cómo escuchar a tu cuerpo y mejorar tu nutrición a través de la alimentación intuitiva? Aquí te damos algunas claves y ejemplos prácticos.

 

¿Qué es la alimentación intuitiva?

 

La alimentación intuitiva se basa en varios principios fundamentales que buscan restablecer la conexión entre tu mente y tu cuerpo. El primer paso es rechazar la mentalidad de las dietas, que suelen imponer restricciones y reglas muy rígidas. En lugar de eso, se trata de aprender a confiar en tus propias sensaciones de hambre y saciedad.

 

Un ejemplo sencillo: si te encanta la pasta, pero te la han prohibido en tu dieta porque es rica en calorías o "engorda", la alimentación intuitiva te anima a disfrutarla cuando tengas ganas, escuchando a tu cuerpo para determinar cuánta necesitas y en qué momento parar de comer.

 

 

Escuchar las señales de hambre y saciedad

 

Uno de los pilares de la alimentación intuitiva es aprender a reconocer las señales de hambre y saciedad que tu cuerpo te envía. Muchas personas pierden esta habilidad debido a hábitos alimenticios impuestos o por seguir dietas estrictas. La idea es volver a conectar con esas sensaciones naturales y aprender a convivir con el hambre, que en muchas dietas suele verse como algo negativo.

 

Por ejemplo, si sientes hambre a media mañana, en lugar de ignorar esa señal porque "no es la hora de comer", la alimentación intuitiva te invita a disfrutar de un snack saludable, como un puñado de nueces o una fruta, para saciarte sin esperar hasta el almuerzo. Por otro lado, si sueles comer todo lo que hay en tu plato por costumbre, la alimentación intuitiva te enseña a parar cuando ya te sientes satisfecho, aunque haya comida de sobra.

 

 

También es clave diferenciar entre el hambre física y el hambre emocional. Si después de un día estresante en el trabajo sientes ganas de devorar una pizza entera, aunque no tengas mucha hambre, probablemente estés respondiendo a una emoción. En estos casos, puede ser útil buscar una actividad relajante, como dar un paseo o hacer meditación, antes de recurrir a la comida.

 

La nutrición en la alimentación intuitiva

 

Aunque la alimentación intuitiva promueve una mayor flexibilidad, la nutrición sigue siendo importante. La idea no es comer de manera desordenada, sino aprender a nutrir tu cuerpo en función de lo que realmente necesita. Al escuchar tus señales internas, puedes elegir alimentos que te den energía de forma sostenible y aporten los nutrientes esenciales.

 

Si después de comer un plato grande de pasta te sientes pesado y con poca energía, puedes probar combinando la pasta con vegetales y proteínas en tu próxima comida. Un plato equilibrado, como pollo a la plancha con verduras y un poco de arroz, puede ofrecerte una energía más duradera durante el día. La clave está en experimentar con diferentes comidas y notar cómo te sientes después.

 

 

Romper con la culpa asociada a la comida

 

Otro beneficio de la alimentación intuitiva es que te ayuda a liberarte de la culpa relacionada con ciertos alimentos. Al aprender a comer de manera consciente, dejas de categorizar los alimentos en "buenos" o "malos", lo que reduce la ansiedad y los episodios de comer en exceso o de forma compulsiva.

 

Por ejemplo, si te apetece un pedazo de pastel de chocolate, en lugar de sentirte culpable por comer algo que supuestamente "no deberías", la alimentación intuitiva te invita a disfrutarlo sin remordimientos. Es posible que te des cuenta de que solo necesitas un par de bocados para satisfacer tu antojo, en lugar de comer el pastel entero solo porque "ya que lo empecé, lo termino".

 

 

Confía en tu cuerpo para comer mejor

 

La alimentación intuitiva ofrece una nueva manera de entender la nutrición, basada en la confianza en uno mismo y en la escucha de las necesidades reales del cuerpo. Al dejar de lado las dietas restrictivas y aprender a confiar en tus propias sensaciones, es posible reconstruir una relación saludable y equilibrada con la comida. Esto no solo mejora tu salud física, sino también tu bienestar mental.

 

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